El Nilo, mágico y fascinante. Lleno de historia por donde quiera que pase. Con amaneceres y anocheceres de los más hermosos que he visto. Un rio tranquilo, que te envuelve con sus paisajes.
El Nilo que recorrí fue por Egipto, el Nilo faraónico, con sus majestuosos templos.
Es el mayor río de África, y fluye en dirección norte a través de diez países : Burundi, Ruanda, Tanzania, Uganda, Kenia, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Sudán, Egipto y Etiopía hasta desembocar en el extremo sureste del mar Mediterráneo, formando el gran delta del Nilo, sobre el que están situadas las ciudades de El Cairo y Alejandría. Tiene una longitud de 6853 km, el segundo río más largo del mundo, tras el Amazonas.
no se sabe con exactitud dónde nace el Nilo. Algunos apuntan a que nace en el Lago Victoria, el mayor de los lagos africanos con una extensión de 68.000 km2 que tiene como principal afluente el río Kagera, por eso en donde las aguas del Nilo comienzan a separarse del lago Victoria (da ahí que a esta parte del Nilo se la denomine como Nilo Victoria) Otros como Burkhart Waldecker en 1937 apuntan a que nace en las fuentes del rio Kagera o ya Tolomeo en el siglo II d. C. decía que el Nilo nacía de los glaciares del Ruwenzori; por tanto tu origen sigue siendo un dilema
El Nilo tomó su actual configuración al final de la Era Terciaria.
Tiene dos fuentes principales: el Nilo Blanco y el Nilo Azul. El primero atraviesa los Grandes Lagos de África, teniendo su fuente más distante en Ruanda, y fluye hacia el norte por Tanzania, el lago Victoria, Uganda, Sudán del Sur y Sudán, mientras que el Nilo Azul comienza en el lago Tana, en Etiopía, y fluye a lo largo del sudeste de Sudán.
Nilo blanco
El Nilo abandona el lago Victoria en las cataratas de Ripon, cerca de Jinja, Uganda, con el nombre de Nilo Victoria. Este fluye aproximadamente 500 kilómetros, por el lago Kyoga, hasta alcanzar el lago Alberto. Después de dejar este lago toma el nombre de Nilo Alberto. A partir de aquí fluye en Sudán, donde es conocido como «Bahr Jabal Al» (río de la montaña o Alto Nilo). El río el-Ghazal (Bahr al-Ghazal) tiene 716 kilómetros de largo y se une al «Bahr Jabal Al» en una pequeña laguna llamada lago No, después de lo cual se le conoce como «Bahr al Abyad» o «Nilo Blanco» debido a la arcilla blanquecina que se encuentra en sus aguas. Del lago No, el río fluye hasta Jartum.
El término Nilo Blanco es usado tanto en un sentido general, refiriéndose al río antes de Jartum, como en un sentido limitado: la sección entre el lago No y Jartum.
En esta zona el Nilo se dispersa en una serie de canales y ramales, es como un gran pastizal fangoso donde abundan los jacintos de agua y las plantas de papiro, dando lugar a una gran diversidad de vida animal de entre los que destacan los hipopótamos, los cocodrilos y los antílopes. Aquí gran parte del caudal del río se evapora. El río entrando ya en un cauce delimitado a la altura de Malakal fluye , pudiendo sucederse grandes inundaciones en la época de lluvias. Desde aquí va recogiendo otros pequeños ríos que van aumentando el caudal del Nilo, como el río de las Gacelas, el de las Jirafas y el de las Montañas pasando por la árida sabana africana hasta llegar a Khartoum donde se fundirá con el Nilo Azul.
EL NILO AZUL
Lo llaman así por el color azul de sus aguas en contraste con el de su hermano el Blanco. Nace de un río llamado Abbai que recorre más de 1500 kms. hasta desembocar en el lago Tana, caracterizado por sus orillas fangosas y por la multitud de islitas donde se esconden del paso del tiempo una gran cantidad de monasterios cristianos ortodoxos decorados con pinturas de vivos colores sobre escenas bíblicas, de Jesús, de la Virgen María y de la vida de los santos.
Estamos en Etiopía. Aquí el Nilo baja hacia el norte por el lago Tana. El cauce ancho del río seguirá su andadura una treintena de kilómetros hasta llegar a las cascadas de Tississat donde tras una caída de unos cuarenta y cinco metros proseguirá su camino en busca de su hermano el Nilo Blanco, pasando a través de una serie de cañones que parece que han sido forzados por el paso del río en los montes Goggiam, hasta entrar en Sudán, atravesando la llanura de Sennar, para finalmente, llegar a Khartoum donde lo encontrará y se fundirá con el.
EL NILO DE LAS ARENAS
en Khartoum, capital de Sudán donde el Nilo se hace insolente e ilimitado debido a su gran caudal al juntarse sus dos vertientes. Aquí comienza su ardua andadura por el desierto desde donde se puede observar como se mezclan las arenas con la vegetación de las riberas dando un gran contraste al paisaje. Al abandonar Khartoum el gran río se encamina hacia el norte entrando así en la Nubia, una amplia región que llega hasta Asuán, en Egipto, y por donde el Nilo irá saltando de catarata en catarata hasta traspasar un total de cinco antes de llegar al lago Nasser y una más antes de llegar a Asuán.
Nubia, antigua tierra de faraones que recuerda al esplendor de Egipto. una tierra llena de recuerdos que sobresalen de la arena en forma de yacimientos arqueológicos; antiguos palacios, tumbas e iglesias paleocristianas, pirámides y grandes ciudades ocultas ahora bajo la inmensa arena. Aquí los llamados faraones negros de la XXV dinastía a. C. dominaron todo Egipto haciendo un solo imperio desde Sudán hasta el Mediterráneo entre los siglos VIII y VII a. C.
Aquí en la Nubia se juntan el amarillo del desierto con el azul del Nilo y con el verde de los palmares de la ribera del río. Contrastes que hacen de esta tierra un lugar de calidez y de tranquilidad donde el gran caudal del Nilo te transporta.
El río atraviesa la zona del El Bayuda, una gran región que queda delimitada entre la sexta y la cuarta catarata y donde predomina el desierto y algunos pequeños cultivos en los márgenes del río: maíz, tomates, trigo… En esta zona parece que no pasa el tiempo, hacia el interior los nómadas viajan con sus rebaños en busca de pozos de agua, escenas que nos recuerdan a los pasajes bíblicos. Las pirámides de Meroe, el gran templo al dios Amón en Karima, la necrópolis de Napata, recuerdan el esplendor de los faraones negros.
Tras caer por cinco cataratas el Nilo llega al lago Nasser.
EL NILO FARAÓNICO
El Nilo llega al lago Nasser en Egipto quedando encerrado por dos presas en Asuán.
El silencio vuelve a hacer acto de presencia mezclando la paz de las aguas azules con el contraste de las arenas doradas que llegan a la orilla. Las gentes del lugar aprovechan a bañarse, a refrescarse o incluso a dar de beber a sus camellos de este gran manantial de agua dulce que es el Nilo.
Las falúas que navegan por las aguas del río viajan hacia las pequeñas islas donde destaca la isla de Elefantina (llamada "ibu" que significa elefante) que fue, como su nombre indica, un lugar de comercio de marfil además de frontera sur durante el periodo faraónico. Es una isla rica en arqueología donde viven dos aldeas nubias que se caracterizan por sus viviendas de ricos colores.
Cerca de Asuán se encuentra File donde llevaron los restos del templo para ponerlo al amparo de las aguas. Fue un lugar de culto al dios Ra y también a las diosa Isis (divinidad madre y hermana de Osiris y madre de Horus). También hay una tradición que cuenta que bajo la isla de File estaba la fuente desde donde manaba el Nilo en una caverna donde vivía el dios Hapi (el dios Nilo).
Es la zona más fértil del Nilo, en Asuán , donde comenzaba la inundación anual del Nilo entre finales de mayo y principios de junio, creciendo el nivel rápidamente hasta agosto y mediados de septiembre para, comenzar a descender en octubre y alcanzar en mayo su nivel más bajo. Las aguas de la crecida procedían en su mayoría del Nilo Azul gracias a las fuertes lluvias que tenían lugar en las montañas de Etiopía, que aportaban el fertilizante limo arrastrado por las aguas que se depositaría sobre los campos de Egipto garantizando así las cosechas.
El Nilo continúa su viaje ya menguado por las presas hacia Edfu, donde el templo dedicado a Horus. Prosigue su viaje hacia Lúxor, donde se contempla su templo, que junto con el de Karnak situado a la orilla derecha del Nilo, son los dos templos más espectaculares del Egipto faraónico.
Siguiendo el curso del río llegamos a Kharga, lugar donde en el siglo VI a. C. se levantó un templo en honor de Hibis
Un poco más al norte se extienden los oasis de Dakhla donde se cuentan más de quinientas fuentes de agua y que en su amplia zona de más de una decena de kilómetros está cubierta de los cultivos del arroz. Otros grandes oasis son el de Farafra y el de Baharya.
Por esta zona el desierto se vuelve calizo, y se encuentran algunos de los monasterios coptos más antiguos.
El Nilo, llega su destino entrando en la ciudad de El Cairo con un gran caudal.